Encierra el silencio

                                    
Entre aquellos pasadizos, en donde pequeñas libélulas deambulaban entre sueños ocultos logre divisarte a la distancia. A medida que me acercaba a ti, tuve el honor de poder chocar con aquella mirada que en una primera instancia me pareció un tanto infantil pero que al cabo de unos segundos se logro transformar en la llave que lograría abrir la cerradura de el candado que por mucho tiempo me di el trabajo de esconder.
No estabas a más de unos cuantos pasos de mi, por lo que de igual forma logre notar como disimuladamente mordías tu labio inferior…el aire corría en dirección contraría a mi, lo que incitaba a que tus oscuros cabellos se elevaran levemente como delicadas plumas. Tus manos se resguardaban dentro de esos fuertes, en donde en algún tiempo pasado, pudieron brotar cosas inesperadamente lindas. En estos momentos desearía estar recostada en tu regazo, en el cual muchas veces al cerrar mis ojos y escuchar tu latir lograba trasladarme a lugares en donde solo existíamos tu y yo…Quisiera que mi mirada lograra provocar lo mismo que la tuya me hace sentir…
Sabes, una cosa, alguna vez conseguiste que mi vida por un minuto pareciera perfecta pero también con ello aprendí que esa perfección logro cegarme y que poco a poco te fuera perdiendo. Cuantas risas y sueños se albergaron entre esas sabanas que quizás en estos momentos puedan encontrarse en algún tacho de basura.

Camino hacia ti, tratando de pensar en que decir… mi mirada sigue pegada a la tuya pero sin embargo tú, tratas de distraerte en alguna otra cosa, pero, no por ello mis pasos dan algún indicio de titubeo. Al llegar frente a ti, acerque una de mis manos a unas de tus mejillas en un son de caricia y en una milésima de segundos mis labios lograron apreciar como la misma sensación, que por cierto con el tiempo ya había olvidado, volvía a renacer.